Entradas

Mostrando las entradas etiquetadas como desplazados

Arte Chamí, marcado por la tragedia

Imagen
Si alguien en este país sabe de sufrir los rigores de la violencia y lo que es ser marginados por un Estado y por una ciudadanía que en ciertos momentos desconoce sus raíces, son los indígenas de Colombia que a pesar de los aportes culturales y el trabajo por la identidad, son olvidados por una Colombia que es excluyente. La historia de Marialina Aizama,  una indígena embera chamí, puede ser un reflejo claro de lo que son los flagelos más sufridos por la inmensa mayoría de los indígenas en Colombia, que se ven en la obligación de abandonar los asentamientos en Chocó, debido a que no podían cultivar sus tierras, y al no permitirles la tala de bosques para siembra de los cultivos para el sostenimiento de sus familias. El padre de esta mujer, al ver la difícil situación y al no poder cultivar se vio en la obligación de abandonar estas tierra y asentarse en el Caquetá, en un vereda llamada Honduras en la cordillera del Bodoquero. Parecía que por fin habían encontrado un sitio donde c

El Agua, corre Peligro

Imagen
El Departamento del Caquetá significa agua, y para los que viven en este majestuoso lugar ubicado al sur de Colombia, que lo hace contradictorio e incomprensible es el olvidado por parte del estado, además de haber padecido la guerra por más de 50 años y que el 51% de la población que habita en este terruño ha sido víctima, de alguna forma de violencia. Después de este largo periodo de violencia el rió se convirtió el cómplice de todos, de los grupos armados sin importar sus nombres y de los humildes campesinos o citadinos desterrados de sus propiedades, después de una guerra larga y absurda lo único que sobrevivió y se convirtió en una parte intrínseca de los caqueteño es el río. Al que todos los días lo visitan para recibir de él, su murmullo tranquilizante que de seguro es el único que puede borrar por un instante el sonido de las balas, las bombas y el llanto desgarrador de los que suplicaban por sus vidas, a los que el río recibió en sus cristalinas aguas sin pregunt